lunes, 18 de abril de 2011

¡GENIAL!

Queridos amigos:
Como todos nos conocemos desde hace mucho tiempo,ya nos esperábamos que todo iba a estar perfecto en la comida a la que nos había invitado Michel Moreno, pero esta vez se superaron los mejores pronósticos.
Llegamos a la hora prevista (unos pronto, Oscar tarde)y nos recibieron Michel y Ana con los niños, que estaban como locos por la llegada de mas niños para jugar, especialmente Jorge, que balón en mano presagiaba un dia estupendo de futbol.
Nada mas entrar a la casa, nos encontramos un bonito barco pirata que pronto haría las delicias de los peques, pero también había otro elemento, una moto de trial 125cc, que aunque al principio pasó casi desapercibida, a la postre se acabaría convirtiendo en una de las protagonistas del día.
El caldo de la paella ya estaba cogiendo gusto, y las cervezas y el rebujito en su punto para ser atacados.
Cuando ya estábamos bebiendo algo, llegó una furgoneta grande blanca, entró por la puerta trasera de la casa y ante la mirada atónita de todos los invitados, comenzó a descargar "UN CASTILLO INFLABLE GIGANTE", ni que decir tiene que casi no pueden ni montarlo, los niños como locos haciendo cola y los mayores mirandonos los unos a los otros reconociendo que, una vez mas, Michel nos había sorprendido.
Acabaron los hombres como pudieron de montarlo y todos los niños saltaron como locos adentro, donde pasaron absolutamente todo el día,saliendo solamente para comer, lo que nos dió a los padres una tremenda libertad para comer y beber como cosacos, sin embargo, una vez que estábamos bien comidos (una extraordinaria paella, entrantes y postres) y bebidos, se le ocurrió a algún padre meterse en el castillo, y lo que empezó siendo una diversión, pudo acabar en tragedía, tanto por nuestro estado físico, como por el estado alcohólico de algunos, al final, todo quedó en algún que otro susto y heridas sin importancia.
Como sabía que me tendría que encargar de la crónica, decidí probar de primera mano la moto, y aunque Michel M. me dijo que hacía 6 meses que no se arrancaba y que era imposible hacerlo, a mi ya se me había metido en la cabeza arrancarla y tras 1h. dando la matraca, al final lo conseguí. Tras unas primeras pruebas con mucha precaución en la casa, solo apoyado por Oscar, al que también gustó "el juguete", decidí salir a la carretera, donde con ayuda divina dí unas cuantas vueltas por el pueblo y conseguí no matarme.
No debieron quedar satisfechas mis necesidades de aventura, ya que nada mas bajarme de la moto le pedí a Nando Cos que me diera una vuelta en el nuevo coche que se había comprado, al llegar al mismo nos quedamos todos con la boca abierta, ya que se tratába nada mas y nada menos que un porche 911 biplaza descapotable amarillo.
Conociendo el instinto salvaje de Nando pensé en un plácido paseo por la zona, con el aire meciendo nuestro pelo y el sol dorando nuestras caras. ¡LOS COJONES!, el energúmeno éste no me dió tiempo ni para apretarme el cinturón y apretó el acelerador a todo lo que daba la máquina!!!!!!!!!! yo creí que no salía de allí, cogía las estrechas curvas de Omoño a 80 km/h, así que no hace falta decir como íbamos en las rectas, gracias a Dios el coche respondió de maravilla y logré llegar sano y salvo. Una experiencia sin duda, y también un cierto alivio saber que Nando ¡es humano! y tiene sus defectos.
La tarde terminó con unos sutiles toques de balon, centros desde la banda y remates mas o menos afortunados.
Hasta aquí quiero contar, como siempre, espero que el resto de personal cuente en los comentarios el resto de anécdotas del día.
Pero antes todo, muchas gracias a Michel y Ana, que nos hicísteis pasar un día estupendo.
Un abrazo muy fuerte.
Michel R.

2 comentarios:

Manute dijo...

Qué envidia!! esto es mucho mejor que el plan de sábado anterior.

Anónimo dijo...

Queremos fotos!!!!!!!!!
Queremos fotos!!!!!!!!!
Queremos fotos!!!!!!!!!
Queremos fotos!!!!!!!!!