Equipo Amarillo - 6
Equipo Rojo - 4
El partido fue una emboscada para los rojos de la que no supieron o no pudieron salir vivos. Los amarillos empezaron por cambiar su indumentaria y jugar con la "albiceleste". Unas camisetas que dormían olvidadas en el garaje y que fueron rescatadas por los amarillos para impresionar a sus rivales. Los ex-amarillos y ahora albicelestes siguieron con sus artimañas y "robaron" a César (portero titulas de los rojos) y lo pusieron a jugar con ellos. Por último, pero no menos importante, también cambiaron las dimensiones del campo. sabían de sobra que en un campo grande iban a perder sin paliativos y alquilaron el campo C cuando saltaba a la vista que el campo A y el campo B estaban vacíos para haber jugado en ellos.
Los rojos pecaron de inocencia y cuando se quiesieron dar cuenta, además de todo lo anteriormente citado, les habían colocado entre los titulares a uno que literalmente pasaba por allí. Un espontáneo que en principio enseñó buenas maneras y velocidad, pero que cuando estaba empezando a entrar en la dinámica del equipo se fue porque decía que tenía otro partido.
Si los rojos no tenían bastante con la baja de Ramón y la deserción de César, hay que sumar también que Laury jugó mermado en sus facultades físicas. demasiados inconvenientes para salir vivos de la encerrona que sus rivales habían preparado en La Albericia.
las dimensiones del campo fueron determinantes para que los "argentinos" se llevasen el gato al agua después de casi tres meses de contínuas derrotas. La estrechez del campo permitió que Michel, Manute y Abraham cubrieran todo el frente de ataque de los rojos sin dejar demasiados huecos, mientras que Fermín y Rubén se ocupaban "solo" de tapar las líneas de pase y de estar listos para correr el campo al contragolpe.
Claro que los delanteros albicelestes no estaban solos, Michel se sumó al ataque timidamente y Abraham lo hizo con descaro y derrochando entrega, tanta que le sirvió para ser el hombre más importante del partido jugando en el lateral izquierdo. Algo que hasta la fecha solo se lo hemos visto hacer al mejor Roberto Carlos.
A pesar de todos los inconvenientes y de que el partido no estaba siendo propicio para las características de sus futbolistas, los jugadores del equipo rojo no le perdieron la cara al encuentro en ningún momento. Siempre estuvieron cerca en el marcador e incluso desperdiciaron un penalti que les daba la posibilidad de empatar el partido a pocos minutos del final.
El principal problema para ellos fue que no tuvieron portero. Ni siquiera cuando a mitad del partido repescaron a César para la causa encontaron la solución. ya se había instaurado en el equipo una política de rotaciones en su paortería que acabó siendo su perdición.
Porque no es que un equipo fuese mejor que el otro, simplemente fue que uno metió casi todo lo que tiró por dentro de los tres palos (por fuera tiro tres veces más) y el otro metió solo la mitad y además falló hasta un penalti.
Ni Luiman ni Miguel ni sobre todo Darwin estuvieron afortunados defendiando la meta roja. Eloy ni lo intentó, viendo que su consurso era más necesario en la delantera que en la portería y Laury ya se lleva sufientes balonazos en cada partido como para encima ponerse de portero y arriesgarse a llevar más.
Con todo a su favor los "argentinos" mandaron siempre en el marcador. Se adelantaron 1-0 y desde ese momento lo más cerca que estuvieron los rojos de ellos fue un gol de distancia. A cada gol rojo respondían los "argentinos" con otro tanto ( que en ocasiones se metían los porteros rojo ellos solos). Así se pasó la hora escasa de partido hasta que Luisman tuvo en sus botas el penalti que podía significar el empate momentáneo de los rojos. Falló y en la jugada siguiente su equipo recibió un nuevo gol, en este caso el gol definitivo porque el marcador ya no se movería hasta el final del partido.
Un resultado que cabe catalogar de justo y merecido, a pesar de que los vencedores mostraron unas limitaciones que no invitan a ser demasiado optimistas para las próximas citas.
EL CRACK: Abraham. Con una semana de retraso se llevó el balón firmado por sus compañeros por el "hat trick" que marcó en el partido que se celebró 7 días antes. Hoy solo marcó un gol pero fue incluso más determinante para su equipo que la semana pasada. Muy centrado en el trabajo táctico en la parcela defensiva, tuvo además tiempo y fuerzas para sumarse al ataque siempre con peligro. Fue una pesadilla para Eloy cuando le tocó cubrirle y otra para Luisman cuando atacó.
EL DANDY: Michel. Volvió a los terrenos de juego cómo quién no quiere la cosa, sin darse importancia. No recriminó nada a nadie ni nadie le recriminió nada a él, lo cual fue de mucho agradecer. Además se permitió el lujo que ya casi ninguno nos podemos permitir sin ponernos colorados. Jugó unos minutos sin camisa, demostrando que a pesar de los años todavía se la puede ver en la ducha si riesgo de sufrir un esguince cervical.
¡VAYA DÍA!: Luisman. De portero ni fú ni fá ( no estuvo bien, pero tampoco peor que ninguno de sus compeñeros) y de jugador falló el penalti que pudo cambiar el signo del partido. No tenía un portero de garantías enfrente y aún así tiró flojo a su derecha dónde el portero no tuvo dificultades en blocar el balón y sacar de puerta. Por si esto fuera poco se dejó luego olvidados en el vestuario una camiseta de abanderado y el móvil. Siendo esto un mal síntoma es peor aún que no se dio cuenta del olvido hasta que le llamamos a su casa con su propio móvil para decírselo.
EL DURO: Fermín. Otro partido de guante blanco en el que la única falta que se pitó fue la zancadilla dentro del área de Fermín a Luisman. No fue gol y al final la acción pasó al olvido, pero pudo ser la condena para su equipo, un conjunto muy necesitado de victorias que no puede permitirse ciertos lujos.
Equipo Rojo - 4
El partido fue una emboscada para los rojos de la que no supieron o no pudieron salir vivos. Los amarillos empezaron por cambiar su indumentaria y jugar con la "albiceleste". Unas camisetas que dormían olvidadas en el garaje y que fueron rescatadas por los amarillos para impresionar a sus rivales. Los ex-amarillos y ahora albicelestes siguieron con sus artimañas y "robaron" a César (portero titulas de los rojos) y lo pusieron a jugar con ellos. Por último, pero no menos importante, también cambiaron las dimensiones del campo. sabían de sobra que en un campo grande iban a perder sin paliativos y alquilaron el campo C cuando saltaba a la vista que el campo A y el campo B estaban vacíos para haber jugado en ellos.
Los rojos pecaron de inocencia y cuando se quiesieron dar cuenta, además de todo lo anteriormente citado, les habían colocado entre los titulares a uno que literalmente pasaba por allí. Un espontáneo que en principio enseñó buenas maneras y velocidad, pero que cuando estaba empezando a entrar en la dinámica del equipo se fue porque decía que tenía otro partido.
Si los rojos no tenían bastante con la baja de Ramón y la deserción de César, hay que sumar también que Laury jugó mermado en sus facultades físicas. demasiados inconvenientes para salir vivos de la encerrona que sus rivales habían preparado en La Albericia.
las dimensiones del campo fueron determinantes para que los "argentinos" se llevasen el gato al agua después de casi tres meses de contínuas derrotas. La estrechez del campo permitió que Michel, Manute y Abraham cubrieran todo el frente de ataque de los rojos sin dejar demasiados huecos, mientras que Fermín y Rubén se ocupaban "solo" de tapar las líneas de pase y de estar listos para correr el campo al contragolpe.
Claro que los delanteros albicelestes no estaban solos, Michel se sumó al ataque timidamente y Abraham lo hizo con descaro y derrochando entrega, tanta que le sirvió para ser el hombre más importante del partido jugando en el lateral izquierdo. Algo que hasta la fecha solo se lo hemos visto hacer al mejor Roberto Carlos.
A pesar de todos los inconvenientes y de que el partido no estaba siendo propicio para las características de sus futbolistas, los jugadores del equipo rojo no le perdieron la cara al encuentro en ningún momento. Siempre estuvieron cerca en el marcador e incluso desperdiciaron un penalti que les daba la posibilidad de empatar el partido a pocos minutos del final.
El principal problema para ellos fue que no tuvieron portero. Ni siquiera cuando a mitad del partido repescaron a César para la causa encontaron la solución. ya se había instaurado en el equipo una política de rotaciones en su paortería que acabó siendo su perdición.
Porque no es que un equipo fuese mejor que el otro, simplemente fue que uno metió casi todo lo que tiró por dentro de los tres palos (por fuera tiro tres veces más) y el otro metió solo la mitad y además falló hasta un penalti.
Ni Luiman ni Miguel ni sobre todo Darwin estuvieron afortunados defendiando la meta roja. Eloy ni lo intentó, viendo que su consurso era más necesario en la delantera que en la portería y Laury ya se lleva sufientes balonazos en cada partido como para encima ponerse de portero y arriesgarse a llevar más.
Con todo a su favor los "argentinos" mandaron siempre en el marcador. Se adelantaron 1-0 y desde ese momento lo más cerca que estuvieron los rojos de ellos fue un gol de distancia. A cada gol rojo respondían los "argentinos" con otro tanto ( que en ocasiones se metían los porteros rojo ellos solos). Así se pasó la hora escasa de partido hasta que Luisman tuvo en sus botas el penalti que podía significar el empate momentáneo de los rojos. Falló y en la jugada siguiente su equipo recibió un nuevo gol, en este caso el gol definitivo porque el marcador ya no se movería hasta el final del partido.
Un resultado que cabe catalogar de justo y merecido, a pesar de que los vencedores mostraron unas limitaciones que no invitan a ser demasiado optimistas para las próximas citas.
EL CRACK: Abraham. Con una semana de retraso se llevó el balón firmado por sus compañeros por el "hat trick" que marcó en el partido que se celebró 7 días antes. Hoy solo marcó un gol pero fue incluso más determinante para su equipo que la semana pasada. Muy centrado en el trabajo táctico en la parcela defensiva, tuvo además tiempo y fuerzas para sumarse al ataque siempre con peligro. Fue una pesadilla para Eloy cuando le tocó cubrirle y otra para Luisman cuando atacó.
EL DANDY: Michel. Volvió a los terrenos de juego cómo quién no quiere la cosa, sin darse importancia. No recriminó nada a nadie ni nadie le recriminió nada a él, lo cual fue de mucho agradecer. Además se permitió el lujo que ya casi ninguno nos podemos permitir sin ponernos colorados. Jugó unos minutos sin camisa, demostrando que a pesar de los años todavía se la puede ver en la ducha si riesgo de sufrir un esguince cervical.
¡VAYA DÍA!: Luisman. De portero ni fú ni fá ( no estuvo bien, pero tampoco peor que ninguno de sus compeñeros) y de jugador falló el penalti que pudo cambiar el signo del partido. No tenía un portero de garantías enfrente y aún así tiró flojo a su derecha dónde el portero no tuvo dificultades en blocar el balón y sacar de puerta. Por si esto fuera poco se dejó luego olvidados en el vestuario una camiseta de abanderado y el móvil. Siendo esto un mal síntoma es peor aún que no se dio cuenta del olvido hasta que le llamamos a su casa con su propio móvil para decírselo.
EL DURO: Fermín. Otro partido de guante blanco en el que la única falta que se pitó fue la zancadilla dentro del área de Fermín a Luisman. No fue gol y al final la acción pasó al olvido, pero pudo ser la condena para su equipo, un conjunto muy necesitado de victorias que no puede permitirse ciertos lujos.
7 comentarios:
Frases del partido:
Totalmente imposible jugar con vosotros, porque tengo una partido después, pero si me dejáis una camiseta.
(el espontáneo)
Yo con los amarillos he quedado 3-1 y con los rojos 1-1 así que yo no he perdido el partido.
(César), (aunque a mi no me salen las cuentas).
Estoy solo (Eloy)(mas de cien veces)
¡César seleción!
¡Joder y el slalom de Fermín!
¡Como funionó el tridente!
César vendido, dos partido perdidos y ya te estas cambiando de equipo.
Ahora que hemos conseguido que vuelva Michel queremos que vuelva Gonzalo.
La vuelta de Gonzalo no hay seguro que la cubra. Ni hablando con Maxi que es amigo encontramos una compañía que haga frente a la póliza para cubrir una posible lesión en su rodilla.
Eso por no hablar de las nuevas barreras que le separan de Cantabria. No había montaña tan alta, ni rió tan caudaloso, ni valle tan inexplorado que le separasen de la tierruca hasta que no le fue imposible atravesar las murallas de Soria. ¡¡Eso si que es una defensa numantina!!
Si se consiguió un seguro para Garbajosa hay que conseguirlo para Gonzalo, así que Maxi ¡¡¡ponte las pilas Gandul!!!!!!!
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