Fútbol 7

Esta misma mañana se ha vuelto a disputar el tradicional partido entre el equipo rojo y el equipo amarillo. Ha sido un encuentro marcado por las bajas, sobre todo en las filas amarillas, donde no se han podido alinear por diversos motivos, algunos nada claros, futbo... ¡ejem! ex-futbolistas como Michel, Maxi, Manute, Rubén, Fermín, Laury, Luisman y alguno más.

Según cuentan los corresponsales de Teleamigos destacados al Municipal de Frajanas, el partido se ha podido disputar gracias al trabajo de la secretaría técnica de ambos conjuntos. Si teníamos razón cuando les hemos criticado porque raramente los nuevos fichajes han aportado algo a los equipos, justo es también reconocerles que gracias a su labor hay días como hoy en los que el partido se juega y no hay que irse a casa después de un absurdo madrugón. Es decir que si hay que ir se va, pero ir pa’ná es tontería.

En definitiva, que gracias a Javi Rodríguez, a Miguel el amigo de Michel y a los cuatro sudamericanos (no se trata de un grupo musical) ha habido 12 personas en Astillero para poder jugar un partidito. Mientras, otros estaban en su puesto de trabajo, ayudando a un amigo y/o en otros quehaceres domésticos o inconfesables.

Siempre según la opinión de nuestro corresponsal allí destacado, se he producido una fuga de jugadores igualita a la que afecta al Real Madrid o al F.C: Barcelona cuando sus jugadores más destacados son llamados por sus respectivas selecciones. En ese caso este fenómeno se ha dado a conocer como VIRUS FIFA y consiste en no disponer de tus mejores hombres en momentos claves de la temporada.

Hasta Astillero no llegan los potentes tentáculos de la FIFA, así que al fenómeno de no ir a jugar con el argumento de que ya irán otros porque últimamente somos suficientes para jugar, lo podríamos denominar VIRUS OLÉ MIS HUEVOS, VIRUS CALZONAZOS o VIRUS MARUJA.

Mientras un jurado de expertos somete el nombre del virus a votación (secreta), el caso es que el partido de hoy se ha jugado por los pelos. Así que esperemos que la semana próxima las diferentes “selecciones” dejen a disposición del equipo rojo y del equipo amarillo a sus jugadores, que en definitiva para eso les pagan.

No hemos hablado del resultado porque en una situación como esta es lo de menos. No obstante y para que figure en las estadísticas de los equipos y en las personales de cada uno, diremos que el equipo rojo se ha impuesto con claridad a un combinado nacional y extranjero, que ha sido incapaz de contrarrestar el mayor acoplamiento del equipo rojo. En parte por su anarquía sobre el césped y en parte por su “peculiar” forma de entender el fútbol y la vida en general.