Se volvieron a rendir los holandeses siglos después de que Velázquez inmortalizase ese momento histórico. Y eso que dieron patadas hasta que se aburrieron mientras el árbitro miraba hacia otro lado (cómo hacen todos porque son malos y unos hijos de p….)
Aquí está la prueba de su rendición.
Nosotros, los socios de Teleamigos, vimos el partido en el Monumental de San Martín (Reina Victoria) tal y como estaba previsto. Se podría decir de la asistencia al evento “Son todos los que están pero no están todos los que son” Un eslogan que define a la perfección las ausencias y presencias que se dieron en el lugar. Echamos en falta a algunos amigos pero la distancia u otras circunstancias de diversas naturalezas impidieron que nos pudiéramos abrazar con el gol de Iniesta o que insultásemos juntos al árbitro. No obstante en este último apartado tanto Óscar como Manute se bastaron para ser portavoces del sentir de todos nosotros. La presencia de los socios más jóvenes del club no impidió que nos expresásemos libremente, la ocasión permitía ciertas licencias, como así supo comprender el resto de los allí presentes.
Una vez que conquistamos la copa del mundo llegó el momento de las celebraciones en la Fuente del Sardinero, en la playa y en la plaza de Cañadío. Solo el cansancio, que llegó cuando la adrenalina de la victoria fue desapareciendo, nos hizo acordarnos de que teníamos que irnos a casa en algún momento.
Pero antes de terminar la crónica del mejor día de la historia futbolísticamente hablando os vamos a dejar con un video grabado con cámara oculta en la plaza de Cañadío. En la puta pomada de la celebración.
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