CRONICA DE LA JORNADA DEL SABADO

Debido a la cantidad de actividades realizadas, me veo obligado a resumirlas en unas pocas líneas:

a) Partido futbol 7:

Faltó gente (9 + 1 jugador fichado al vuelo)

Faltó calidad (de formar alarmante)

Faltó gol (por que hubo ocasiones, decenas, especialmente por el equipo amarillo, que por esta circunstancia se llevó una goleada, 8-4

Faltó luz (nos la encendieron tarde y la apagaron pronto)

Faltó agua caliente (se rompieron los calentadores)

y Faltó que Manute o Michel dieron una hostia a algún bedel (esto fué lo que mas se echó de menos de todo).

Por lo tanto, todo un desastre, excepto que hicimos un poco deporte y nos reimos un rato, que al fin y al cabo es para lo que vamos.

b) Partido R.Madrid-At. Madrid:

Solo se prestaron a verlo Manuel y César, el comentarista ni fué (a pesar de que había anunciado su presencia a todo, pero una llamada urgente (¿excusa?), a última hora le obligó a irse.

Por lo que comentaron después, horroroso partido de un Madrid que está claro que no gana esta liga ni aunque dure 100 partidos mas, y menos ahora que ha reaparecido Guti, para romper su racha.

c) Cena

Sin duda lo mejor de la noche, asistieron todos los anunciados, y su presencia no defraudó.
Se cenó bien. Entrantes (ventresca con cebolla caramelizada (buena), puding de cabracho (excelente), tabla de quesos (Buena).

Segundo plato: Chuletón descomunal de buey, compartido (excelente), solomillo (muy bueno) y como diría el vanidoso, no me acuerdo de mas.

Postre: Tarta hojaldre (muy buena)

Vino: Borgonia (muy bueno), aunque nos quedamos con las ganas del Marqués de Griñón Gran Reserva que pidió Maxi, pero al que respondió Chisco con su voz de mando habitual.

Regalos: Preciosa cazadora color beige para Rebeca, que causó sensación entre los asitentes (espcialmente las mujeres) y una muy elegante Cazadora azul para Maxi (muy adecuada para su nueva andadura) y una camisa que a pesar de que el dijo que era "estilo camarero", le vendría muy bien no cambiarla para dar otro tono a su vestimenta habitual).

Un cubata de postre y nos trasladamos al sol, donde la paz y armonía de que disfrutabamos terminó a base de cubatazos en conversaciones mas subidas de tono y en chistes y frases ocurrentes, agradecidas por todos.

Gonzalo se empeñó en ser camarero, y a nuestra edad, no que daba cuenta de que:

a) no estamos para esperar que nos preparen un cubata 1/2 hora.

b) Nos gusta que nos sirva una chica (aunque viendo lo que había, se lo habríamos perdonado).

c) El cubata tiene que estar bien preparado, y en este caso, no lo estaba.

d) Para ser amigo nuestro, se equivoca en poner las copas y ya debería de saber lo que bebe cada uno.

Aquí se fué el cronista acompañado por César, por lo que no sé que ocurrió después, eso lo dejo para los que se quedaron, aunque viendo los cubatas que había caído, me imagino que acabaría como el Rosario de la Aurora.

Dejo muchas cosas en el tintero, pero aquí estabamos todos, así que espero una pequeña aportación de cada uno.

Un abrazo a todos: Michel.

Continuamos donde lo dejó Michel, que no fue el final de la noche ni mucho menos.

De El Sol fuimos perdiendo unidades poco a poco. Marga se fue a casa habíendose despedido, siempre según su versión, en repetidas ocasiones y, según mi versión, sin decir nada. Fuese como fuera es caso es que se fue muy digna pero sin saber donde estaba aparcado el coche. Las vueltas que dio en el parking de Pombo para encontrarlo debieron ser pocas, aunque de esto último no hay confirmación oficial.

Ya sin César, Michel y Marga nos trasladamos al Rum Runner. Iniciativa de Maxi que algunos no alcanzamos a comprender a la primera. El resto se sumó a nuestras dudas cuando una vez dentro no era posible moverse ni para rascarte los huevos. Esto provocaba que las conversaciones entre nosotros fuesen en grupos de dos y eso con suerte. Desde mi posición no alcancé a ver si alguien se quedó completamente aislado y sin hablar con nadie.

Viendo que en 10 minutos allí todavía ninguno de nosotros había logrado llegar a la barra a pedir las copas, se decidió por unanimidad buscar otro abrevadero. Cruzamos la calle y nos decidimos por el Zeppelin. Una vez más Maxi entró en cabeza mientras en la puerta se produjo el primer intento de los Torre de abandonar el grupo y marcharse a casa.

El intento no prosperó por las protestas del grupo y accedieron a tomar una copa más. El nivel de alcohol ya empezaba a ser suficiente pero ninguno de nosotros parecía darse cuenta de algo tan obvio.

Allí seguimos con nuestros corrillos, contándonos nuestras cosas hasta que se terminaron las copas. Entonces si, al segundo intento, los Torre consiguieron su objetivo y se fueron a casa. Les ayudó mucho que el Incom y Lola se ofrecieran a llevarlos a casa. No tanto por no tener que buscar un taxi si no por que ya fueron dos más que se querían ir y dos menos que podían protestar por ello. No obstante nada hay que reprocharles, ellos madrugaban al día siguiente y la comprensión fue la nota predomimante en el ambiente.

Ese fue el momento más critico de la noche. Por momentos parecía que estaba a punto de acabarse (3:30 a.m.). Más aún cuando aprovechando un descuido general, Gon y Judith se metieron, o casi mejor se tiraron de cabeza, a un taxi que estaba con las puertas abiertas en medio de la carretera. Ellos no lo habían llamado, así que la duda es si tenía las puertas abiertas porque alguien se acababa de bajar o porque alguien se iba a subir.

Los que quedábamos nos debatimos entre la sorpresa y la incredulidad, entre el "mira estos que cabrones" y el "paso, vamos a tomar otra". Pudimos en ese momento dar la noche por terminada pero Salomé se negó rotundamente (muy rotundamente). Así que entramos en el Loft y allí cayó otra copita.

Irremediablemente la copa se acabó y llegó la hora de salir a la calle. Una vez allí Salomé consideraba que procedía tomar otra copa. Opinión que no compartía Maxi en absoluto, así que con uan serie de "engaños", palabras cariñosas y agarrándola amorosamente, se la llevó de allí para coger un taxi en el Paseo de Pereda. Suponemos que en esta últma misión tardaron bastante tiempo para ya no estuvimos allí para verlo.

De nuevo pudimos irnos a casa (4:30 a.m.) pero entonces fue Manute el que dijo que él no se iba a casa sin tomar una copa más. Solo quedabamos tres, Pablo, Nacho y Manute y aquello parecía la película de Los Inmortales, donde solo podía quedar uno.

La dificultad que entrañaba el horario tardío para encontrar un garito abierto hizo que tuviésemos que andar bastante. pero ni siquera eso nos quitó la sed ni el objetivo que teníamos entre ceja y ceja. Tomar otra copa.

Probamos en El Callejón del Swing, en El Niagara, en El Factory, pero todos estaban cerrados o cerrando. Nacho nos propuso ir al bar de dos amigos suyos, que si estaban abiertos todavía nos nos iban a cerrar y nos pondrían las copas.

A eso nos dispusimos y comenzamos la peregrinación mientras Nacho se ponía a avisar de nuestra llegada con el móvil. Algo que me pareció pelín inoportuno teneindo en cuenta que casi eran ya las 5 de la mañana.

A Nacho no le contestaron al teléfono pero no por ello dejamos de presentarnos en la puerta del bar, que naturalmente estaba cerrada.Nos quedaba la opción de tomar la copa en el Luxury, porque os repito que irse a casa no figuraba en ningún caso entre nuestras prioridades inmediatas.

En el último y desesperado intento de Nacho por localizar a sus ammigos le respondieron la llamada. No estaban ya en el bar, se iban a casa pero dieron la vuelta y en 5 minutos escasos se presentaron en la puerta y abrieron el local para nosotros.

Y claro no fue una copa la que tomamos, me es imposible determinar cuantas fueron pero no menos de 3, sin poder decir cuantas fueron como máximo. Por si alguien todavía no sabe donde estuvimos, los famososo amigos de Nacho son los archiconocidos David y Pico y el bar es La Buhardilla. Entre las divertidas anécdotas de unos, las declaraciones de amistad de otros y el descojone general las copas y los minutos fueron pasando sin darnos cuenta.

Yo ya vi que debia ser muy tarde cuando Pablo dijo que no quería más copas y que se iba a casa, cosa que hizo a continuación. Pero ni Nacho ni yo nos quisimos dar por enterados y seguimos a lo nuestro, "pon otra".

A partir de ahora ya mi relato no sigue una línea lógica en el espacio-tiempo. Todavía no acierto a recordar como ni por qué Nacho llamó a Nuria por teléfono y en vez de hablar con ella me la pasó a mi. Tampoco entendimos ninguno porque Nuria se ofreció a venir a buscarnos de inmediato. Nos parecía una locura que se levantase de la cama y cogiese el coche, pero ahora viéndolo con otra perspectiva empezamos a comprenderla. La situación debía ser muy límite.

El caso en que Nuria llegó, dejó el coche en doble fila y lejos de convencernos para marcharos la convencimos notsotros para que se tomase algo, y otra copita para nosotros claro.

Nacho y yo decimos que estuvimos allí todos 5 o 10 minutos hasta que Nuria nos "sacó "y nos llevó a casa. Nuria en cambio sostiene que ella estuvo en La Buhardilla más de una hora. El reloj parece darle la razón a Nuria porque yo entré en casa a las 8:15 a.m. con mis sobrinos a punto de levantarse y mi hermana ya levantada. No hablamos nada pero nos lo dijimos todo.

El resto de la historia está cantada. El domingo me he querido morir, dolor de cabeza, estómago revuelto, malestar general, etc. Y eso levantándome a las 4 de la tarde y teniendoque volver a la cama a las 4:30 porque no podía estar ni en el sofá. El segundo intento de levantamiento ha sido a las 7 y media de la tarde. Entonces he recopilado fuerzas y he llamado a Nacho a ver qué tal estaba. No ha sido una sopresa pero está bien saber que tus amigos están igual de jodidos que tu. Nuria en cambio estaba contenta, con lo que se demuestra que nos nos guarda ningún rencor por haberla sacado de la cama. Nosotros tampoco el guardamos ninguno por sacarnos del bar (esto es broma, conste que lo que hizo no tiene precio).

Y colorín colorado esta historia se ha acabado. Si no hay más detalles es porque no me acuerdo nada más que de generalidades. Seguro que se me han pasado muchas cosas pero lo importante es que lo pasamos de puta madre. Un abrazo a todos y hasta la próxima, especialmente a David y a Pico que estuvieron sembrados. Nos reímos las tripas con ellos. Volveremos (pero no puedo decir cuando).