Michel se volvió a salir con su cancionero, más trabajado, mejor presentado, pero todavía mejorable. No le anduvimos a la zaga los demás. Tanto Manute, Nacho, Álvaro, Rebeca, Gonzalo, Judith, Marga, Marta, Nuria o el L'incom lo pasaron igual o mejor que el propio Michel.
¡Y qué decir de los mariachis! pues que su repertorio era más amplio que el nuestro pero mucho menos centrado. Mientras nosotros llevabamos canciones típicas mexicanas, ellos tocaban todos los palos. Lo mismo nos cantaban una ranchera que un bolero. Por cantar, hasta cantaron la "Fuente de Cacho" para despedirse.
Mención a parte para el camarero-relaciones públicas-showman. Nadie como él para ambientar la cena, para participar en el jolgorio, para cantar tanto con los mariachis como con nosotros. Ahora bien lo de llevar o traer los platos a las mesas no es su fuerte. De hecho Michel y yo le estuvimos observando un rato y no le vimos con nada en la mano que no fueran las pistolas que llevaba en las cartucheras.
Es lo que los clientes llaman un camarero muy enrollado pero sus compañeros de trabajo definen de otra forma.
Para terminar y como muestra de que habíamos vuelto a truinfar por todo lo alto. Nos volvieron a pedir que dejásemos los cancioneros allí para cuando vayan otras personas a cenar con ganas de cantar. Es por eso, porque dejamos allí todos los cancioneros que había preparado Michel, que no os los podemos enseñar aquí.
No faltó, la cerveza, la sangría, los margaritas y por supuesto el tequila. El menú fue un acierto de los que tomaron la responsabilidad de pedir los diferentes platos y cuando salimos de allí todavía nos quedaron ganas de tomar tres o cuatro copas más.
Por todos esos motivos algunos de nosotros el sábado no fue persona en todo el día.
¡Y qué decir de los mariachis! pues que su repertorio era más amplio que el nuestro pero mucho menos centrado. Mientras nosotros llevabamos canciones típicas mexicanas, ellos tocaban todos los palos. Lo mismo nos cantaban una ranchera que un bolero. Por cantar, hasta cantaron la "Fuente de Cacho" para despedirse.
Mención a parte para el camarero-relaciones públicas-showman. Nadie como él para ambientar la cena, para participar en el jolgorio, para cantar tanto con los mariachis como con nosotros. Ahora bien lo de llevar o traer los platos a las mesas no es su fuerte. De hecho Michel y yo le estuvimos observando un rato y no le vimos con nada en la mano que no fueran las pistolas que llevaba en las cartucheras.
Es lo que los clientes llaman un camarero muy enrollado pero sus compañeros de trabajo definen de otra forma.
Para terminar y como muestra de que habíamos vuelto a truinfar por todo lo alto. Nos volvieron a pedir que dejásemos los cancioneros allí para cuando vayan otras personas a cenar con ganas de cantar. Es por eso, porque dejamos allí todos los cancioneros que había preparado Michel, que no os los podemos enseñar aquí.
No faltó, la cerveza, la sangría, los margaritas y por supuesto el tequila. El menú fue un acierto de los que tomaron la responsabilidad de pedir los diferentes platos y cuando salimos de allí todavía nos quedaron ganas de tomar tres o cuatro copas más.
Por todos esos motivos algunos de nosotros el sábado no fue persona en todo el día.
El L'incom, ¡Que crack!
3 comentarios:
El showman es un hijo de la gran chinganda.
Fdo. Camarera del bigote mejicano.
Mando el cancionero a Manute por si alguien quiere disponer de una copia.
Firmado: Michel.
Se me olvidó decir que he enviado una copia al camarero-showman, que debe tener una resaca.....aunque no creo que mas que el dueño del restaurante que estaba en la barra matándose a tequilas,
Esos dos si que son mejicanos auténticos, no dieron un palo al agua y no pararon de tomar tequilas.
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