domingo, 27 de julio de 2008

ADRIÁN RECIBIÓ CARIÑO Y DEVOLVIÓ GOLES

Equipo Amarillo: Manute, Calde, Fermín, Adrián, Rubén y Josué

Equipo Albiceleste: Michel, Carlos, César II, Abraham y Ramón

Lo que pudo haber sido una jornada trágica acabó salvándose por la campana y siendo un buen partido de fútbol. La Albericia nos recibió con todos los campos vacíos pero con la encargada de los vestuarios diciendo que no tenía en su lista nuestra reserva.

No supinos darle razón porque el que había reservado el campo era Rubén, buen futbolista y mejor persona pero un hombre que no tiene en la puntualidad su mejor virtud.

Una vez aclarado el entuerto tampoco nos las prometíamos muy felices porque solo éramos 9 personas y en campo asignado era el A, más ancho y en consecuencia más grande que el habitual C.

A pesar de todo y ya que estábamos allí decidimos jugar. Para lograrlo tuvimos que tira de Adrián (cómo de costumbre) y a pesar de su participación seguíamos siendo pocos (solo 5 contra 5).

Los equipos iniciales fueron muy extraños. Es lo que tienen las pretemporadas, que el baile de jugadores es constante de un equipo a otro y el mercado de fichajes está en pleno apogeo.

Tal fue así que Michel, por primera vez en su vida cambió el amarillo por la camiseta albiceleste. Abraham también mostró sus descontento por la negativa del club amarillo de revisarle su contrato y decidió jugar de “argentino”. Hasta Carlos se pasó al otro bando y abandonó las filas amarillas.

La crisis que amenaza al país se está empezando a notar en los clubes de fútbol y los amarillos no van a ser una excepción. Ante la falta de recursos económicos tiraron de imaginación y arrebataron a Adrián de la cantera albiceleste prometiéndole minutos de titular si se pasaba a su bando. Adrián aceptó y fue una de las claves de la victoria amarilla.

La otra clave fue que cuando el partido ya estaba empezado y los albicelestes ganaban por 1-0 Llegó Josué a jugar diciendo que Rubén le había dicho que el partido era a las 20:30 y que estuviera allí a las 20:00. Él para no discutir con nadie, se hizo su propia media aritmética y fue a las 20:15. ¡Ni pa ti, ni pa mi!

Con uno más sobre un campo muy grande, con muchos espacios, el rumbo del partido giro 180º. Los amarillos empezaron a tocar, moviéndose por todo el frente del ataque y fallando multitud de ocasiones. Los albicelstes ya solo podían defender ordenados y buscar goles en contraataques.

A pesar de que los amarillos tomaron la iniciativa en el marcador para no volver a estar por detrás del mismo. Los albicelestes no se fueron del partido ni en los momentos más críticos. Ramón, Abraham, Michel, César II y Carlos, corrieron los indecible y bien pudieron llevarse algo más que una derrota.

El esfuerzo albiceleste fue encomiable, pero insuficiente ante la calidad de Fermín y Adrián, la puntería de Josué y la disciplina táctica de Calde, Manute y Rubén (si, de Rubén).

Mención aparte hay que hacer de Adrián. Es cierto que jugó a favor de la corriente porque su equipo contó con un jugador más. Pero ya antes de que eso fuera así el jovencísimo centrocampista había dado muestras de su clase. Penetró por la banda izquierda con ambición, remató con acierto y valor en área contraria y cuando le tocó participar en la creación del juego, lo hizo con calidad y criterio. Todo un descubrimiento para los amarillos y especialmente para los albicelstes. Un club que lo crió en su cantera pero que no ha sabido darle la alternativa en el primer equipo. Los amarillos le han dado el cariño y la confianza que necesitaba y el chaval ha respondido firmando un partido notable y siendo una de las piezas claves del equipo.

EL CRACK: Abraham. Cinco goles llevaron su firma. Fue el mejor futbolista sobre el campo a pesar de que no pudo ayudar a su equipo a llevarse la victoria. Demostró que es hoy por hoy el jugador más determinante de todos, con una gran capacidad de lucha y un disparo poderosísimo. Además nunca discute por una falta y siempre reconoce a la primera si el balón sale o no del campo. Un ejemplo para todos.

EL DANDY: Adrián. El cambio de equipo le benefició hasta límites desconocidos para todos. Jugó tranquilo, templó, tocó con criterio, llegó al remate para marcar dos goles de bella factura y por si todo esto fuese poco no se arrugó ante la superioridad física de sus rivales. Recordó a David Silva jugando con España. Un futbolista pequeño pero que se agiganta con el balón en los pies.

EL DURO: Michel. Las dos únicas estradas merecedoras de tarjeta en un partido de guante blanco fueron protagonizadas por él. En su descargo hay que decir que llegó al partido directamente desde el aeropuerto. Dos semanas de beber, comer y piscina afectan al rendimiento de cualquier futbolista. Si además, como es el caso, el físico no es una de sus mayores virtudes. Solo queda la dureza para hacerse respetar.

¡VAYA DÍA! Manute. Se puso de portero para no tener que correr y encajó los 4 primeros remates que le hicieron. Solo acertó a parar un tiro de Abraham cuando intentó protegerse la cara del balonazo. Esta jugada afortunada le hizo mejorar un poco y aunque siguió encajando goles, al menos acertó a despejar un par de remates.

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