El título de la entrada ya no es un ruego. ¡Es una realidad!. Michel vuelve mañana a los terrenos de juego de La Albericia y Astillero una semana después de anunciar su retirada cómo jugador y su dimisión irrevocable cómo tesorero y/o utillero.
Está claro que las llamadas recibidas en su móvil de sus amigos y de personas de las que no se esperaba una llamada han surtido su efecto y le han ablandado el corazón. Michel ha reconsiderado su postura y ha decidido volver. Lo hace por amistad sincera, sin rencor pero con las ideas muy claras.
Ahora está en manos de todos que la vuelta no sea pasajera y que dure para siempre. Todos tenemos que recapacitar cómo lo ha hecho él y a su imagen y semejanza, ser flexibles y cambiar nuestros actos más polémicos, aquellos que hicieron que Michel arrojase la toalla de la amistad y el compañerismo y prometiese no volver a jugar con nosotros.
En realidad no se perdió un futbolista, se perdió un amigo que ha decidido volver empujado por un sentimiento de abandono a sus amigos. Ahora nos toca a nosotros corresponder a su gesto con un recibimiento a la altura de las circunstancias.
¡¡¡Michel, Michel, Michel el mejor.... el mejor... el mejor!!!
Está claro que las llamadas recibidas en su móvil de sus amigos y de personas de las que no se esperaba una llamada han surtido su efecto y le han ablandado el corazón. Michel ha reconsiderado su postura y ha decidido volver. Lo hace por amistad sincera, sin rencor pero con las ideas muy claras.
Ahora está en manos de todos que la vuelta no sea pasajera y que dure para siempre. Todos tenemos que recapacitar cómo lo ha hecho él y a su imagen y semejanza, ser flexibles y cambiar nuestros actos más polémicos, aquellos que hicieron que Michel arrojase la toalla de la amistad y el compañerismo y prometiese no volver a jugar con nosotros.
En realidad no se perdió un futbolista, se perdió un amigo que ha decidido volver empujado por un sentimiento de abandono a sus amigos. Ahora nos toca a nosotros corresponder a su gesto con un recibimiento a la altura de las circunstancias.
¡¡¡Michel, Michel, Michel el mejor.... el mejor... el mejor!!!
2 comentarios:
La presión psicológica fue demasiado fuerte, y yo siempre he sido un hombre débil, pero que conste que el hecho de que me llamasen "los que siempre están ahí", fue determinante para mi vuelta".
p.d. gracias por la foto, así borrosa y de lejos parece de un jugador de futbol.
La foto está puesta así a conciencia.
Ya sabía yo que si te llamaba Fermín ibas a volver
Publicar un comentario