domingo, 1 de junio de 2008

LA FALTA DE PUNTERÍA CONTRA LA FALTA DE FÍSICO

Equipo Amarillo – 3
Equipo Rojo – 5


Amarillos: César, Fermín, Chechu, Manute y Javi
Rojos: Luisman, Juan, Laury, Ramón, Abraham y Adrián

Los partidos entre estos dos equipos son imprevisibles. Si la semana pasada fueron 18 tíos a jugar y el campo se quedó pequeño, esta semana fueron 10, 11 con el refuerzo de Adrián, y el campo se les hizo grandísimo. No sirvieron de nada las previsiones que manejaba el encargado de reservar el campo. Para evitar repetir la masiva asistencia del último partido, tomó la decisión de alquilar el campo A, en vez del campo C, este último más pequeño. Pero cómo se demostró desde el pitido inicial del encuentro, habría sido mejor el campo más pequeño.

Los amarillos tiraron de talonario y se aseguraron la presencia en sus filas de César bajo los palos y Chechu en la banda izquierda, demostrando así que pese a los últimos resultados adversos, el club tiene dinero para acometer una renovación de su plantilla. Solo les faltó un jugador más para haber sacado un resultado positivo.

Los rojos pos su parte, cubrieron las bajas en el equipo titular repescando a Abraham y situando en punta a Adrián. Se vieron algo favorecidos por las enormes dimensiones del campo ya que son un equipo mucho mejor preparado físicamente que su rival.

A pesar de todo, los rojos no tuvieron fácil la victoria hasta los minutos finales del partido, cuando los amarillos ya no podían subir y bajar en la misma jugada si no dos o tres jugadas más tarde.

Se adelantaron los amarillos al poco del inicio. Con un fútbol de toque y circulación, con paciencia hasta llegar al área roja. Un buen plan que la final se les vino abajo por la falta de desmarques en su delantera. No fue por falta de ganas si no por indecisión entre irse al ataque o conservar el gol de ventaja que tenía. Incluso el empate, cuando se produjo, era un buen resultado para ellos.

Los Rojos sabían que solo era cuestión de esperar a que los amarillos fueran cayendo cómo la fruta madura. El riesgo era que los defensas amarillos aguantasen hasta el final del partido sin desfallecer o que los rojos no fueran capaces de acertar a introducir el balón entres los tres palos defendidos por César, defecto que tuvieron gran parte del partido y que al final pudo costarles caro.

Los amarillos estuvieron metidos en el partido con posibilidades reales de victoria hasta el minuto 57 de partido. Entonces iban empatados a 3 tantos y solo quedaba esperar a que se acabase el tiempo de descuento para no perder otro partido. Habían logrado sobreponerse al 3-2 a favor de rojos gracias a una salida relámpago de su portero, al que los rojos no pudieron impedir cruzar el campo en velocidad y rematar seco al segundo palo.

Era un justo premio al esfuerzo realizado por los amarillos pero no fue suficiente para que parasen el rodillo del equipo rojo en ataque. Con Adrián de punta de lanza y Ramón y Abraham entrando por las bandas a pierna cambiada para trazar diagonales y buscar el disparo.

Al final lo que verdaderamente perdió a los amarillos fue no conformarse con aguantar el chaparrón que se les venía encima para sumar un solo punto. En lugar de conformarse con resistir, quisieron ganar al partido y dejaron a uno de sus 4 jugadores de campo en punta a ver si cazaba un balón despejado y conseguía marcar el gol de la victoria.

Cómo era de suponer lejos de cumplirse los deseos amarillos, lo que pasó es que los rojos empezaron a tener ocasiones de todos los colores y sentenciaron el resultado con 2 goles más. Pudieron ser fácilmente 4 pero al final su falta de puntería dejó el resultado final en solo 5-3, dos goles de diferencia.

La nota positiva del partido fue que nadie se marchó aburrido ni se enfadó al final del partido. Todos quedaron de acuerdo en repartirse el equipaje de Argentina que tenemos guardado para ir jugando con él y todos estuvieron de acuerdo en desear que al próximo encuentro acudan los que tenían permiso de ausencia esta semana. Del resto nadie se acordó, al menos para bien.

EL CRACK: Fermín. Fue el hombre en el que todos sus compañeros depositaron sus esperanzas de victoria. A pesar de perder podemos decir bien alto que cumplió su cometido con creces. Fue el jugador más peligroso sobre el campo y casi el único de su equipo que llegó a disparar a puerta. El físico le jugó una mala pasado y se tuvo que recuperar un rato ejerciendo de portero. Desde esa posición firmó el mejor gol de la mañana al cruzase todo el campo y llegar al remate con la cabeza fría para ajustar el remate en vez de tirar a romper.

EL DANDY: Ramón. Todavía da algún grito a destiempo a Adrián, pero se dedicó más a hacer jugar a los suyos que a su lucimiento personal. Buscó siempre al compañero desmarcado abriendo el balón a las bandas y solo la rapidez del campo por las lluvias caídas y algunas imprecisiones en el pase evitaron que firmase uno de sus partidos más completos.

EL DURO: Luisman. No es que sea un “destroyer” en el centro del campo, pero llegó a la frontal del área en busca de disparo y lo que se encontró fue el pié de César. El cuál pisó o pateo. La única falta por juego brusco que se pitó en todo el partido.

¡VAYA DÍA!: Abraham. Es cierto que marcó dos goles, pero es igualmente cierto que falló al menos 3 ocasiones clarísimas para aumentar su cuenta goleadora. De haber tenido más puntería es posible que los amarillos se hubiesen rendido antes al ver el partido sentenciado con más autoridad.

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