¡¡ESCÁNDALO EN ASTILLERO!!

El partido se suspendió a diez minutos del final por un abandono masivo de futbolistas del terreno de juego

Ahora nos llevaremos las manos a la cabeza, pero seamos sinceros. No se podía esperar otra cosa de un partido de la máxima rivalidad. La tragedia que llegaría luego se fraguó en los vestuarios antes de empezar el partido. ¿O es que se puede esperar que acabe bien un Argentina – Brasil?

Desde el momento que el equipo rojo cambió su indumentaria habitual y la sustituyó por la albiceleste la polémica estaba servida. En frente les esperaba su rival vestido de arriba abajo con los colores brasileiros. No podía acabar bien un partido de tanta rivalidad.

Y así fue, a falta de diez minutos para el final del partido, un simple corner (o saque de puerta) que nadie fue capaz de asegurar si había sido o no, desencadenó una serie de discusiones cruzadas cada vez con el tomo más subido. Siguió el juego hasta que de repente uno de los protagonistas dijo (en voz baja) que él había tocado la pelota y había sido corner. Con sus compañeros de equipo echándose las manos a la cabeza ante tal declaración se sacó el corner, con tan mala suerte que acabó en gol (un golazo de Rubén todo hay que decirlo).

Ese fue el fin del principio. A pesar de que se llegó a sacar de centro, para ese momento Fermín ya había abandonado el terreno de juego quitándose la camiseta y declinando hacer declaraciones ni atender a las llamadas de sus compañeros. Segundos después le siguió Laury haciendo aspavientos y profiriendo palabras ininteligibles.

El balón seguía rodando, pero todo el mundo estaba más pendiente de hablar que de jugarlo. Entonces fue Ramón el que tomó el camino de los vestuarios sin la camisa, igual que Fermín. Viendo que el partido se estaba convirtiendo en un gol portero y temiéndose perder un partido que estaba ganado, Manute se quitó los guantes y fue tras los pasos de Ramón.

No hizo falta que nadie dijese nada más. El partido se acabó y todos los futbolistas que quedaban sobre el césped acompañaron a Ramón y a Manute hasta los vestuarios. El ambiente era relajado, con jugadores de ambos bandos estrechándose la mano, pero se seguían oyendo voces más altas de lo normal.

Ya en los vestuarios el Comité de Competición decidió suspender el partido y jugar los diez minutos que restan para el final el próximo día 19/20 de julio, a puerta cerrada.

Igualmente comunicó a los dos capitanes que el último gol ya no había valido y el resultado en el momento de la suspensión es de 3-4 a favor de los “brasileños”.

Esta decisión no gustó a ninguno de los dos equipos. Los “argentinos” porque seguían enfrascados en determinar de quién era la culpa de todo el lío y los “brasileños” porque pedían que el partido se diese por finalizado, alguno incluso pidiendo el 0-3 a su favor desde las duchas.

Con esta decisión salomónica, aunque incomprendida, el Comité de Competición quiere quitar hierro al asunto y suspende los partidos 15 días para dar tiempo a los futbolistas a sosegarse, a irse de vacaciones y a volver con las pilas cargadas. Mejor eso que castigar a unos cuantos al “rincón de pensar”

Antes de estos desagradables incidentes el partido estaba en manos de los amarillos. Basándose en una superioridad numérica inicial, el equipo amarillo se armó en defensa con una línea de cuatro que resultó infranqueable para los delanteros albicelestes.

Con su portería a salvo y su rival controlado, los amarillos se hartaron de crear peligro en la puerta contraria. Un 0-2 en los primero minutos casi sentencia el partido, pero “Brasil” empezó a cometer errores en defensa en cuanto empezó a hacer rotaciones en la portería. Esto provocó que “Argentina" empatase el partido y diese sensación de poder hacer algo más.


Sin embargo otro arreón del equipo canarinho, que dejó de fallar una ocasión de gol tras otra, situó el marcador en un claro 2-4. Parecía sentenciado de nuevo el partido, pero otra vez sucedío algo imprevisto que cambió el signo del partido.

Carlos sufrió una lesión que le obligó a abandonar el terreno de juego y los “brasileños” se quedaron sin la ventaja numérica. “Argentina” se vino arriba, igualó las fuerzas y empezó a encerrar a “Brasil” en su área. Los amarillos tardaron un recomponer el equipo y este desconcierto provocó que “Argentina” se acercase peligrosamente en el marcador con el 3-4. En ese momento fue cuando se produjeron los lamentables incidentes que dieron lugar a la suspensión del partido. Una polémica que es fruto de los nervios por un resultado incierto, por las ganas de ganar y sobre todo por no saber ni querer perder.

El desencadenante de la polémica fue un saque de esquina a diez minutos del final, pero bien pudo ser antes en un supuesto penalti en el área amarilla a los diez minutos del partido. Ramón pidió con vehemencia un penalti por manos de Carlos que nadie más puede jurar haber visto. Nadie discute que sea penalti después de escuchar los lamentos de Ramón. Pero tampoco nadie puede poner la mano en el fuego diciendo que fue penalti porque nadie lo vio. Como Carlos rehusó a hacer ningún tipo de declaraciones al respecto, la versión de Ramón fue la que quedó como verdadera. Desde ahí se venían arrastrando los problemas entre los futbolistas y el marcador ajustado acabó por hacer explotar lo que ya era un polvorín.

Mirad lo que les pasó a estos por un penalti que si fue, que si no fue. Visto lo visto acertamos a seguir el juego. ¡A ver si aprendemos y nos relajamos!