domingo, 17 de febrero de 2008

Victoria con polémica

Equipo rojo – 1

Equipo amarillo – 3

Rojos: César, Laury, Miguel, Chechu, Juan, Ramón, Álvaro y Luisman

Amarillos: Manute, Michel, Peru II, Fermín, Eloy, Peru I (Javi Rodríguez m.3), Rubén y Peru III

Victoria del equipo amarillo en el Municipal de Frajanas con mucha polémica. Los tres goles del equipo canarinho fueron muy discutidos por el equipo rojo ante la inhibición del colegiado del encuentro, que no quiso saber nada en las jugadas discutidas y se dedicó a mirar a otro lado.

Haría mal el equipo rojo en simplificar su derrota en los supuestos fallos arbitrales. El primer tanto amarillo es consecuencia de un penalti por manos de Álvaro que parecieron muy claras, a pesar de que el infractor no moviese un músculo de la cara para intentar que la jugada pasase desapercibida. El segundo viene precedido por una supuesta falta en el centro del campo que Peru III cometió sobre Álvaro. Quizás exista la infracción, pero reclamar a un tío que te llega al pecho una falta en una disputa de un balón de cabeza es de mariquitas. Álvaro no es mariquita, ergo no es falta.

Y en el tercero se reclamó que el balón había salido por la línea de fondo sin que nadie pudiera corroborar la versión de César, el único que levantó la mano. La solución es clara, tres euros por cabeza en los partidos y a final de año instalamos el “ojo de halcón” para terminar con este “sin vivir”.

Los rojos solo pudieron perforar la meta defendida por Manute después de que una pugna entre Miguel y Michel dejase al balón muerto en el área pequeña y un rebote provocase que Eloy introdujese el esférico en su propia portería.

Con todos estos datos es infantil achacar la derrota a las decisiones arbitrales. La clave estuvo en la disposición táctica de los equipos sobre el césped, no porque los amarillos tuviesen más acierto que su rival en el planteamiento del partido, si no más bien por los caprichos de la diosa fortuna. Una suerte que, aunque sea duro decirlo, sonrío a los amarillos cuando al los pocos minutos de juego Peru I sintió un pinchazo en el recto anterior de su pierna izquierda y tuvo que dejar prematuramente su sitio en el once a Javi Rodriguez.

Con la incorporación del defensa el dibujo táctico del equipo recobró su sentido. Antes, con los tres sudamericanos en el equipo titular, la disposición táctica era un caos. Con tres hombres por banda derecha, ¡uno de extremo, pegado a la cal, como le gusta a Cruyff! Sin lateral zurdo y con el central jugando adelantado como otro centrocampista más. El desconcierto entre el resto de compañeros era palpable y nadie estaba seguro de donde ponerse para que la catástrofe no se consumara.

No se quedaba atrás el despropósito en las filas del equipo rojo. Con un solo hombre jugando por el centro y el resto bien abiertos a las bandas. Está bien abrir el campo, pero si no tienes a nadie que pueda llevar el balón a esas zonas el esfuerzo es estéril.

El partido se presentaba tan desierto de calidad que incluso el “abuelo” nuestro espectador más fiel, prefirió quedarse a ver el partido que se disputaba al lado. Mal haríamos si no rectificamos a tiempo y evitamos que nuestra propia afición deserte de las gradas.

Todo cambió con la lesión de Peru I. Después de sentir el pinchazo (no un pichazo) se sentó en el banquillo, abandonó su posición de delantero centro estático y dio entrada a Javi R. que se situó en el lateral izquierdo. Un cambio que puede parecer conservador pero que a la postre se antoja decisivo para el resultado final.

Luego el partido es una historia que ya hemos contado. Los amarillos con dos hombres abrían el balón a las bandas mientras que los rojos ocupaban las bandas y no dejaban a su medio centro en inferioridad numérica. Incluso algún futbolista rojo dijo echar de menos la presencia de Óscar, un hombre que si bien no se caracteriza por un gran despliegue físico, al menos ocupa esa posición sobre el campo.

El tiempo se fue entre jugadas polémicas, acercamientos de los amarillos a la portería de César, que este desbarataba con grandes intervenciones y mucho toque por parte del equipo rojo pero con escasa profundidad. Hasta tal extremo que Manute solo estrenó sus guantes en una ocasión, el resto fueron remates fuera o al palo, como un disparo de Ramón, el jugador más peligroso y con más ganas de su equipo.

En definitiva, partido aburrido en Astillero del que solo se puede salvar la actuación de César y el pique de las jugadas polémicas.

El Crack: César. Paró todo lo que un portero puede parar, incluido un penalti que después del rechace Laury introdujo en su propia meta (otra vez). No pudo hacer nada en los goles, salvo pedir fuera en uno de ellos.

El Dandy: Luisman. Casi por vez primera desde que juega con nosotros jugó con criterio, movió bien el balón y buscó siempre al compañero mejor situado. Se olvidó de mirar siempre hacia adelante (a pesar de los requerimientos en ese sentido de Ramón) y jugó hacia atrás cuando tuvo que hacerlo. Manteniendo así para su equipo la posesión de balón y provocando que los rivales corriesen detrás del balón. Le faltó una peseta para el duro, pero es que le tocó jugar por la banda que se amplió varios metros y al final del partido el campo se le quedó un poco demasiado grande para subir, bajar y chutar a puerta.

¡Vaya día!: Peru III. No se puede decir que lo falte personalidad. A él le han fichado después de despuntar en su país como extremo derecho y él juega de extremo derecho. Haya o no gente para jugar en defensa. Ya se lo puedes decir alto o bajo, que él no abandona la banda derecha. Si a eso sumamos que las ocasiones de gol que tuvo las resolvió todas con unos remates en los que la habilidad brilló por su ausencia, la nota final de su actuación no puede ser muy buena.

El Duro: Michel. No es que cometiese demasiadas infracciones ni entadas violentas, pero cuando tiene que ir al suelo a cortar un balón no le tiemblan las piernas. Se tira con decisión y no le importa jugarse la pierna (porque con su físico, exceptuando a Luisman, nadie más se va a lesionar si choca con él)

No hay comentarios: